jueves, 15 de junio de 2017

Cómo el Viejo Acebo Vino a Mí

Traducción del relato escrito por Patrick Rothfuss, titulado originalmente como 'How Old Holly Came to Be'. El relato está incluido en la compilación "Unfettered", editado por Shawn Speakman.


Imagen: Moe Balinger


***

"Al principio, existía el bosque.

Era un un bosque fuerte y viejo. Y creció junto a un arroyo, al lado de una torre construida toda ella en piedra.

Había un sol cálido lo cual era bueno. Había viñas trepadoras, lo cual era malo. Estaba el viento, que no era ni bueno ni malo. Sencillamente, hacía que las hojas se mecieran y que las ramas se balancearan. 

También estaba la dama. Tampoco era buena o mala. Vino a la torre. Movió a la tierra y creó un jardín. Cortó los otros árboles y los quemó en la torre.

Pero no cortó al viejo acebo. Éste creció y extendió sus ramas al cielo. Y eso era bueno.
_______________

Estaba el verano, que era cálido. Estaba el invierno, que era frío. Había pájaros que no lo eran. Construían nidos y a veces cantaban.

También estaba la dama. No era ni cálida ni fría. El acebo crecía junto al arroyo, sus ramas daban sombra.

La dama se sentó bajo el acebo a leer libros. Lo trepó para curiosear los nidos. Se apoyó contra el acebo, y se echó la siesta a su sombra.

Estas cosas tampoco lo eran. Ninguna era cálida o fría. Ninguna era buena o mala.
_______________

Existía el día, que era luz. Existía la noche, que era oscuridad. Existía la luna, que era ambas, luz y oscuridad.

Existía un hombre. Era ambas cosas. Vino a la torre. Él y la dama se sentaron bajo el acebo.

Los dos estaban bajo el acebo. Estaban los dos.

El hombre se lo dijo a la dama. El hombre se lo mostró a la dama. El hombre cantó a la dama.

El hombre abandonó la torre. La dama abandonó la torre. Ambos abandonaron la torre. Los dos.
_______________

El jardín creció. El jardín, abandonado a su suerte, cambió. El jardín creció y cambió, y entonces dejó de ser un jardín.

La torre no creció. La torre, abandonada a su suerte, no cambió. La torre no cambió y permaneció tal cual.

El acebo creció. No cambió. Permaneció.

_______________

La dama volvió a la torre.

Cortó una rama de acebo para hacer una corona, eso era malo. Despejó las viñas trepadoras y las apartó de las ramas, lo cual era bueno. Bajó y creó un jardín, que no era ni bueno ni malo.

Se sentó bajo el acebo a leer libros y lloró. Se sentó bajo el acebo al sol y lloró. Se sentó bajo el acebo en la lluvia y lloró. Se sentó bajo el acebo y la luna y lloró.

Estas cosas no eran ni buenas ni malas.

_______________

Se sentó bajo el acebo y cantó.

Se sentó bajo el acebo y cantó.

Se sentó bajo el acebo y cantó.

_______________

La dama se sentó bajo el acebo, lo cual era bueno. La dama lloró, lo cual era malo.
_______________

La dama cantó, eso era bueno. La dama abandonó la torre, eso era malo. La torre permaneció, lo cual ni era bueno ni era malo.

El acebo cambió, y aquello era ambas cosas.
_______________

El acebo permaneció. Estaba el arroyo, que era precioso. Estaba el viento, que era precioso. Estaban los pájaros, que eran preciosos.
_______________

La dama regresó a la torre, eso era bueno. Movió la tierra, eso era bueno. La dama cantó, eso era precioso. Había tomates, y las dama los comió, eso era bueno. La dama se sentó bajo el acebo a leer libros, lo cual era bonito y bueno.

Había sol y lluvia. Había día y noche. Había verano e invierno.

El acebo creció, y eso era bueno. La dama se sentó encima de sus nudosas raíces y pescó, y todo estaba bien. La dama observó a las ardilla jugando en sus ramas y rió, y eso era bueno.

La dama puso sus pies sobre una piedra, y eso era malo. Se apoyó en el tronco y frunció el ceño, y eso era malo. La dama le cantó al acebo. El acebo escuchó. El acebo se inclinó. La dama cantó y  la rama se convirtió en un bastón y eso era bueno.

Caminó y se apoyó en él, y eso era bueno.
_______________

La dama trepó a las ramas más altas, curioseando sus nidos, y eso era bueno.La dama se pinchó en las manos con sus espinas, y eso era malo. Chupó la brillante gota de su dedo y se resbaló, y chilló, y cayó.

Y el acebo se inclinó. Y el acebo se inclinó. Y el acebo dobló sus ramas para agarrarla.

Y la dama sonrió y eso era precioso. Pero había sangre en sus manos, y eso era malo. Pero entonces la dama contempló la sangre, y rió, y cantó. Y había bayas tan brillantes como la sangre, y eso era bueno.

La dama habló al acebo, y eso era bueno. La dama se lo contó al acebo, y eso era bueno. Cantó y cantó al acebo, y eso era bueno.
_______________

La dama tenía miedo, y eso era malo. Observó el agua del arroyo. Observó el cielo. Escuchó al viento y tuvo miedo, y eso era malo.

La dama volvió al acebo. La dama posó su mano en su tronco. La dama habló al acebo. El acebo se dobló y eso era bueno 

La dama tomó aliento y cantó una canción al acebo. Cantó una canción y el acebo se enterró en la profundidad de la tierra. Cantó una canción y a lo largo del arroyo brotaron nuevos acebos de la tierra. Cantó y alrededor de la torre treparon nuevos acebos. Cantó y en lo alto de la torre brotó acebo nuevo.

La dama cantó y era bueno y malo. Alrededor de los dos creció nuevo acebo. Se extendía nuevo acebo y se estiraba y rodeaba la torre. Creció nuevo acebo y se abrían bosques de hojas contra el cielo. Cantó hasta que dejó de verse la torre, y eso era bueno.

La dama se quedó junto al viejo acebo, sonriendo. Observaron el nuevo bosque de acebos, y era bueno.
_______________

El viejo acebo se quedó junto al arroyo y observó la tierra que tenía debajo. Se quedó junto al borde de su nuevo bosque y sintió la tierra que tenía debajo y supo que era bueno. Sintió el sol sobre sus hojas y supo que era bueno.

El viento chocó contra él. El viento era malo. Él se inclinó. Dobló sus ramas contra la ventana de la torre.

La dama vino a quedarse junto a él. Observó la tierra que tenía debajo. Había un rastro de humo en el cielo. Muy lejos había figuras moviéndose a través de la colina. 

Había grandes lobos negros, con bocas de fuego.  Había hombres que había sido transformados en pájaros. Eran ambos, y malo.

Lo peor de todo era que había una sombra que parecía un hombre. El viejo acebo sintió que la tierra bajo el último estaba enferma y trató de alejarlo.

La dama se escondió tras su tronco. Tuvo miedo. Observó la tierra que había debajo. Las figuras se acercaban, y eso era malo.

El viejo acebo se inclinó. El viejo acebo se inclinó hacia la dama

La dama lo miró. La dama observó la tierra que había debajo. La dama posó su mano en el tronco, y era bueno. La dama preguntó. El viejo acebo se inclinó de nuevo.

La dama cantó. Cantó al viejo acebo. Se lo dijo. Dijo sus palabras. Lo dijo.

El viejo acebo se inclinó y se convirtió en un hombre. Era ambos, y eso era bueno.

La dama cantó, y el nuevo acebo se inclinó y se convirtió en una lanza, y eso era bueno.

El viejo acebo torció sus ramas y cogió la lanza. El viejo acebo hundió sus raíces y pasó el arroyo. El viejo acebo golpeó a los lobos y sujetó a la tierra. Dobló sus ramas y cogió otra lanza. Ellos lo mordieron, y eso no era ni bueno ni malo. Agarró a los hombres convertidos en pájaros, y los agarró, y los hizo añicos.

Y por último vino la sombra, y eso era malo. Cuando se movió a través de la tierra sintió que ésta quería huir. Enfermaba y retrocedía para evitar el contacto con la sombra.

El viejo acebo dobló sus ramas de nuevo, y cogió una lanza de madera verde. Su filo era brillante como las bayas. Lo lanzó contra la sombra y lo agarró a la tierra, y la observó aullar, y quemarse y morir, y era bueno.

El viejo acebo volvió a la torre, y era bueno. La dama sonrió y cantó para él, y era bueno. La dama observó sus heridas. Lloró, cantó para ellas, y él se inclinó, y era bueno

La dama dijo que debía marcharse, y era malo. Dijo que volvería y era bueno. Dijo que era peligroso, y el viejo acebo estiró sus raíces para pasar el arroyo.

La dama sacudió la cabeza. Le dijo que se quedara. Le dijo que permaneciera allí, al lado de la torre. Dijo que quería que estuviera a salvo para cuando regresara. 

El viejo acebo estiró sus raíces hasta que se quedó al lado de la torre. La dama entró. La dama salió. Dijo adiós.

El viejo acebo se inclinó, y de una rama construyó un bastón de húmeda madera verde. El viejo acebo se inclinó, y de sus ramas tejió una corona para ella, adornada con bayas. El viejo acebo se inclinó, y como era un hombre, frotó su mejilla con su mano rugosa.

La dama lloró, y rió, y se fue. Y eso era ambos y ninguno, y todo y el resto.

El viejo acebo permaneció. La torre permaneció. El viejo acebo permaneció al lado de la torre. El viejo acebo alrededor de la torre.

El viejo acebo permaneció, y eso era bueno.

El verano se fue.

El invierno se fue.

El jardín se fue.

El viejo acebo permaneció, y eso era bueno.

Los huesos de los lobos se fueron.

El techo de la torre se fue.

Los cristales de las ventanas se fueron.

El viejo acebo permaneció, y eso era bueno.

El arroyo se fue.

La torre se fue.

El viejo acebo permaneció."

***
Publicación extraída del sitio http://www.tresdiasdekvothe.com/